Panoteca San MiguelEn una edad cuando la mayoría de los jóvenes están empezando a descubrirse a sí mismos, Diego San Miguel tiene muy claro quién es y qué quiere hacer: “Me encanta el día de trabajo que tengo. Siento que está en línea con mis creencias de vida. ¡Hago pan y vendo pan! Es algo bien franco, de cierta manera”.
Desde más joven –solo tiene 25 años– amaba el pan: “Me encanta hacer pan y comérmelo. Antes de comenzar la panadería, yo hacía pan en casa como un pasatiempo”.
Su ruta se fue revelando paso a paso: “busqué trabajo en una panadería, pero nadie me quería contratar. Me dieron una oportunidad en una panadería de Gurabo que se llama Morales Bakery, una panadería típica de PR: pan sobao, pan de agua, etc. Estuve allí un año con la meta de aprender”.
El próximo paso fue ampliar horizontes: “Me fui pa’ Francia a lo loco, sin hablar francés ni nada. Me fui a coger clases de pan allá y a trabajar en panaderías. Estuve otro año allá. Aprendí un montón y cuando regreso en el 2018, en agosto, llegué a buscar local”.