Finca PajuilHace ocho años, Jeyma y su padre lograron que la Autoridad de Tierras les arrendara esta finca en el Barrio Pajuil, de Hatillo, que estaba abandonada. A partir de entonces, han ido retomando paso a paso cada espacio de la finca. Su enfoque ha sido “recrear el ecosistema, no solo lo que ya había naturalmente, sino también introducir plantas que podían ir con el clima, la región, crear ecosistemas simbióticos”.
Usan la permacultura, que es una “agricultura permanente”. La idea es que “estemos en constante comunión con lo que el ambiente está proveyendo”. Un ejemplo es comer “lo que está en temporada en ese momento, que está ahí porque es lo que el cuerpo necesita en ese instante para estar en balance total y con el ambiente”.
Hoy por hoy, Finca Pajuil ofrece tres tipos de productos: las tinturas, el ayurdobo y el vinagre. Además, ofrecen diversas experiencias. Y, sí, tienen árboles de pajuil (“cashews”) y piensan sembrar más, pues es un superalimento.